Las crisis financieras son fenómenos complejos que pueden desencadenar efectos devastadores en la economía global y local. El entendimiento de sus causas y efectos es fundamental para prepararse y adaptarse a un entorno financiero en constante cambio. A continuación, exploraremos los distintos elementos que indican el inicio de un ciclo de crisis y cómo estos pueden afectar nuestras vidas.
Caídas en el mercado de bonos: señales de alerta
El mercado de bonos suele ser un indicador clave de la salud económica. Cuando los rendimientos de los bonos comienzan a descender, es posible que estemos ante un periodo de inestabilidad. A continuación, se presentan algunos de los eventos recientes en el mercado de bonos:
- El rendimiento a dos años alcanzó su punto más bajo en septiembre de 2011.
- El rendimiento a cinco años tuvo su mínimo en julio de 2012.
- El rendimiento a diez años llegó a su mínimo en julio de 2016.
- El mercado alcista de bonos de más de 30 años ha llegado a su fin.
Desaceleración del mercado inmobiliario
El sector de la vivienda también ha mostrado signos preocupantes. El enfriamiento del mercado inmobiliario puede ser una señal de que la economía está enfrentando problemas. Algunas de las características destacadas incluyen:
- Las tasas hipotecarias alcanzaron su punto más bajo en julio de 2016.
- Las solicitudes de hipotecas han caído drásticamente.
- Se han registrado caídas en los precios de viviendas en ciudades como Londres, Vancouver y en varias regiones de Australia.
- Otras ciudades estadounidenses como Nueva York, San Francisco y Dallas también han visto descensos en sus precios.
- La burbuja inmobiliaria 2.0 está en proceso de corrección.
Mercados bursátiles: un panorama sombrío
Los mercados de acciones han tenido descensos significativos, lo que es otro indicativo de una posible crisis. A continuación, se enumeran los picos de los índices bursátiles más relevantes:
- El índice Shanghai de China alcanzó su cúspide en enero de 2018.
- El DAX alemán también vio su máximo en ese mismo mes.
- El índice FTSE de Reino Unido marcó su punto más alto en mayo de 2018.
- El NASDAQ de EE. UU. llegó a su pico en agosto de 2018.
- Los transportes de EE. UU. alcanzaron su máximo en septiembre de 2018.
- El índice DOW de EE. UU. culminó en octubre de 2018.
- Todos los índices están por debajo de sus máximos, y se anticipan nuevos mínimos.
Crisis de deuda: un problema creciente
La creciente carga de deuda es una de las mayores preocupaciones en la economía mundial. Algunos de los datos más alarmantes incluyen:
- La deuda nacional «oficial» de EE. UU. asciende a 22 billones de dólares.
- La deuda global totaliza aproximadamente 250 billones de dólares.
- La deuda está creciendo de manera exponencial, superando el crecimiento de las economías que deben sostenerla.
- Es probable que la deuda no pueda ser pagada sin una devaluación de las principales monedas.
- Las posibilidades de un incumplimiento y/o hiperinflación están a la vista.
- La próxima recesión puede devastar los ingresos fiscales y agravar la crisis de deuda.
- No se puede resolver un problema de deuda acumulando más deuda.
Colapsos monetarios: el peligro inminente
Las crisis monetarias han golpeado a varias naciones en los últimos años, lo que plantea preguntas sobre la estabilidad de otras monedas. Ejemplos de monedas que se han visto gravemente afectadas son:
- Venezuela, Argentina y Turquía han experimentado colapsos monetarios tras imprimir excesivas cantidades de dinero.
- El euro enfrenta vulnerabilidades debido a las deudas problemáticas en Italia y España.
- Instituciones como Deutsche Bank y varios bancos italianos y franceses están en riesgo de colapso.
- Se estima que billones en deuda corporativa «subprime» en EE. UU. podrían incumplir.
- Varios países están buscando alternativas al dólar, lo que podría debilitar aún más su valor.
- El dólar es vulnerable, ya que los políticos de Washington podrían recurrir a nuevas rondas de flexibilización cuantitativa para financiar un gasto descontrolado.
Inflación descontrolada: un futuro incierto
La inflación es un efecto secundario preocupante de la gestión económica irresponsable. Las proyecciones indican que la inflación futura podría ser aún más severa de lo que se vivió en los años 70. Algunas consideraciones incluyen:
- La inflación de los años 70 podría parecer un paseo en el parque en comparación con la hiperinflación que puede surgir de políticas irresponsables y creación de deuda.
- Los precios de alimentos, energía y servicios podrían dispararse si el gobierno no controla su gasto de manera efectiva.
- La pérdida del poder adquisitivo afectará los ahorros y las jubilaciones de la mayoría, excepto de los más privilegiados.
- La pregunta que persiste es si esta «reajuste» sucederá en cuestión de meses o se extenderá por algunos años.
Desorden civil: una posibilidad tangible
A medida que las crisis financieras se profundizan, el descontento social puede manifestarse en disturbios y protestas. Algunos ejemplos recientes de este fenómeno incluyen:
- Las interrupciones de la primavera árabe.
- Los disturbios en Francia y en otras partes de Europa.
- Es incierto si EE. UU. experimentará un aumento en las tensiones sociales.
- Las fuerzas policiales y militares podrían usar la fuerza para controlar las manifestaciones.
El surgimiento de una moneda global y controles económicos
Los movimientos hacia el control global de las economías y la implementación de una moneda única están siendo promovidos por ciertos grupos. Algunos puntos de preocupación incluyen:
- Los «globalistas» están promoviendo un nuevo orden mundial y una moneda global.
- El FMI y el BIS buscan aumentar su influencia sobre las economías internacionales.
- Este escenario representa un riesgo significativo para la soberanía de las naciones.
Preocupaciones y especulaciones sobre el futuro
Ante un panorama incierto, las especulaciones sobre la economía y la política pueden generar ansiedad. Algunas de las proyecciones incluyen:
- Una recesión significativa y un clima de descontento entre los votantes durante 2019-2020.
- Continúo descenso en los mercados de valores, inmobiliarios y de autos.
- Un aumento en la polarización política y la propagación de noticias falsas.
- Ciertos estados republicanos del medio oeste podrían cambiar a demócratas en las elecciones de 2020.
- Una posibilidad de que un presidente demócrata implemente un ingreso básico universal, aumente los impuestos y expanda el déficit.
- Un presidente demócrata podría recurrir a la impresión de trillones para rescatar fondos de pensiones insolventes, siguiendo un precedente costoso.
- El gobierno y la Reserva Federal podrían intentar solucionar otra crisis de deuda con más deuda.
- Se prevé un aumento en el valor del oro y la plata a medida que el dólar se desvaloriza.
El panorama económico global: un futuro incierto
La interacción de todos estos factores sugiere un futuro complicado y lleno de desafíos. Las decisiones que se tomen en los próximos años serán cruciales para determinar cómo nos afectará esta serie de crisis. La historia ha demostrado que, aunque las dificultades son parte del ciclo económico, también pueden ofrecer oportunidades para el aprendizaje y la adaptación, haciendo que muchos se vuelvan «más sabios» ante la adversidad.
Gary Christenson – Editor, The Deviant Investor
